Description
I was never really there
La memoria funciona de una forma sorprendente. Actúa como un teatro virtual.
Muchos de mis recuerdos de infancia aparecen como imágenes en negativo, pendientes de revelar, esperando a ser procesadas. Otras se encuentran proyectadas en un lugar intermedio, a medio camino entre el presente y el pasado, entre lo real y lo virtual.
Recuerdo la infancia y adolescencia como un escenario confuso en el que me sentía permanentemente fuera de lugar. Libros, cómics, películas o videojuegos fueron mi pasaporte de salida de un lugar en el que no terminaba de encajar. Gracias a ellos pude conectar con mundos desconocidos. Armado con poco más que un casco y un libro jugaba a proyectarme en el espacio y el tiempo.
Al plantear este juego de espejos entre mi yo de 1984 y mi trabajo como fotógrafo trato de buscar solución a esa pregunta: ¿Qué pesa más? ¿El (niño) que imagina el camino o el (adulto) que lo construye?
Los items que acompañan a las imágenes intervenidas son pequeños tesoros que han sobrevivido al paso del tiempo y actúan como exvotos a través de los que invocar el pasado y conectarlo con el presente.
En realidad yo nunca estuve allí es mi forma de compartir con vosotros el estar fuera de lugar y de tiempo. Un ejercicio con el que dotar de lugar y tiempo a una parte de mi con la que llevaba mucho tiempo sin encontrarme.
Aunque en realidad nunca estuve allí…